Este poema es un homenaje a los compañeros desaparecidos y asesinados durante la dictadura. El autor pide no juzgar el dolor que siente ni pedirle razones, ya que con cada silencio está presente el recuerdo de esos rostros. A pesar del dolor, la lucha debe continuar para alcanzar la victoria que será de ellos, los oprimidos, pues son más y su causa es justa. El poema termina reafirmando que aunque sigan sembrando vientos de sangre, la muerte no tend